Efectos psicológicos que dirigen nuestra vida
La siguiente es una recopilación de 10 efectos psicológicos que rigen nuestro
comportamiento, muchas veces sin darnos cuenta:
- El síndrome de la rana hervida
Este síndrome se basa en un experimento real: si se
introduce una rana en el agua a una temperatura confortable para ella y
empezamos a calentarla gradualmente, la rana gastará todas sus fuerzas para
estabilizar su temperatura corporal, y cuando el agua empiece a hervir, no será
capaz de saltar y morirá. Sin embargo, si la ponemos en primera instancia en un
recipiente con agua hirviendo, saltará de inmediato.
Igual pasa con las personas: cuando se adentran en una
situación desagradable, pero que no amenaza a su vida, prefieren soportar las
pequeñas molestias constantes hasta que éstas agoten su estado emocional. Las
relaciones dolorosas con seres queridos, un trabajo odioso... todo esto son
trampas en las que nosotros mismos nos metemos por no tener iniciativa propia
para cambiarlas.
- El efecto de la avestruz
Cuando las cosas van muy mal, a veces no queremos analizar
el origen de nuestras desdichas, tal como lo hace el avestruz, que entierra su
cabeza en la arena. Ignoramos la información negativa y preferimos no pensar en
absoluto en el problema. Por ejemplo, nos alegramos de que el profesor todavía
no revisó nuestro examen, simplemente, porque no queremos conocer el resultado,
pensando que sacamos una mala nota.
- El efecto del punto ciego

- Anticipación emocional
Imagínate que estás empezando una relación y te sientes
hipnotizado por tu nueva pareja: estos sentimientos se confunden fácilmente con
el amor. Tu cerebro ya dibuja una futura boda, y tú fantaseas con lo hermoso
que será pasar toda la vida juntos. Sin embargo, cuando la pasión inicial entre
ambos desaparece, puedes sentirte decepcionado: tu pareja ya no está a la
altura de tus anteriores expectativas acerca de una "vida hermosa".
Lo mismo ocurre con todo aquello a lo que te anticipas demasiado: cuanto más esperas
algo, cuanto más excitado te sientes con respecto a algo por adelantado, peor
será el resultado cuando la espera haya terminado.
- Efecto Doctor Fox
Este es un efecto muy fuerte: hace que la información dudosa
sea atractiva para el público. Es sólo cuestión de carisma: la gran mayoría de
las personas tiende a creer las palabras de los buenos oradores, experimentados
y con buena imagen. Detrás de su carisma, no se percibe la falta de lógica en
sus discursos ni los hechos falsos. En cambio, las palabras de individuos menos
brillantes pero más competentes no parecen tan importantes e interesantes. Es
por ello que las sectas y las pseudo-ciencias consiguen ser, a menudo, tan
populares.
- Mente Conservadora

En la vida cotidiana, muchos de nosotros solemos ser
extremadamente conservadores: nos es difícil separarnos de la información
obsoleta e, incluso, de sentimientos que ya han perdido toda su relevancia.
- Eucarística de Disponibilidad

- Efecto Dunning-Kruger
Cuando algo nos sale bien en un contexto nuevo para
nosotros, nuestra comprensión de nuestras propias habilidades tiende a ser
distorsionada y la autoestima se torna excesiva. Es por ello que los novatos
dan instrucciones "valiosas" a personas con más experiencia, pero no
se dan cuenta de sus propios errores. A medida que se adquiere experiencia, la
persona comienza a darse cuenta de lo mucho que todavía le falta por aprender,
y su distorsión cognitiva cambia de positiva a negativa, causando una pérdida
brutal de la autoestima.
- Riesgo cero
Un estudio reveló que si las personas se enfrentan a una
elección como reducir a cero un pequeño riesgo o reducir significativamente uno
enorme, la mayoría elige la primera opción (aunque sea contraproducente). ¿Qué
preferimos hacer?
¿Reducir la probabilidad, por demás baja, de los accidentes
aéreos a cero, o disminuir el número, mucho más elevado, de accidentes de
tráfico? Generalmente el riesgo cero parece más atractivo para nuestro cerebro.
- Síndrome del cubo de cangrejos

Lo mismo sucede en la sociedad. Inconscientemente, las
personas no quieren que la vida de alguien a su alrededor cambie para bien, ya
que al compararse con el éxito ajeno, se sienten inferiores. Por ejemplo,
cuando una chica en el grupo habla de que decidió inscribirse en un gimnasio,
el resto intenta disuadirla (“pero si ya estás delgada“, ”¿para qué lo
necesitas?", etc.). Nadie quiere que su emprendimiento tenga éxito.
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