La mala del cuento es tu zona de confort

La zona de confort es un espacio que conocemos y que nos da seguridad, es el lugar en el que elegimos quedarnos, días, meses e incluso años, o también puede representar la zona a la que volvemos debido a que no nos causa ningún reto o fatiga, pero ¿por qué elegimos quedarnos ahí y no movernos? o ¿Por qué hay personas que se mueven rápidamente de esta zona? ¿Es de verdad la mala del cuento?


La zona de confort o nuestra zona cómoda es aquella en la que nos desenvolvemos como pez en el agua, es un lugar que conocemos y en el que nos gusta estar debido a que no representa ningún reto, al contrario, lo manejamos a la perfección incluso nos llega a dar un sentido de paz, tranquilidad y estabilidad, pero ojo ya que permanecer mucho tiempo en esta zona puede ser una trampa de la cuál difícilmente saldremos por nuestra propia voluntad.

Permanecer mucho tiempo en nuestra zona de confort nos lleva a sentirnos frustrados, enojados, confundidos, perdidos, ansiosos, estresados e incluso nos puede llevar a caer en depresión, ya que comenzamos a ver a otros alcanzando sus sueños, metas y objetivos mientras que nosotros por elegir permanecer en esta zona cómoda no logramos avanzar, ahí es dónde radica la importancia de movernos y no permanecer mucho tiempo en este lugar.

Y no es que esta zona sea la mala del cuento o este maldita, al contrario está zona nos permite recargarnos, conocernos y reconocernos para poder dar el siguiente gran salto y  lograr la siguiente meta u objetivo de manera clara y específica.

También existe la otra cara de la moneda, las personas a las que no les gusta permanecer nada de tiempo en esta zona, no se detienen a disfrutar lo que les ofrece, no viven el momento presente, no disfrutan de su éxito por estar pensando en el siguiente paso que van a dar, no se detienen a aprender de la experiencia y cuándo menos te das cuenta ya están en otro lado dando el siguiente paso, muchas veces generándoles inestabilidad en algún área de su vida.

Recuerda que si evitas moverte de tu zona cómoda es como si evitaras el aprendizaje, ya que cada vez que superamos un obstáculo logramos aprender y esto nos permite tomar mejores decisiones.

Ahora que ya sabes que la zona de confort no es la mala del cuento, disfruta de lo que ella te ofrece para que nunca des un paso atrás, y después muévete de lugar y ve a conquistar tu siguiente objetivo.

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