formas de pensar que alteraran tu cuerpo parte 2
seguimos con este tema tan interesante el cerebro si no haz visto la parte uno te invito que le des aquí: formas-de-pensar-que-alteraran-tu.html y continuando veamos
1. Engaña a tu cuerpo para mantenerte en forma:
Si estás intentando deshacerte de un poco de peso corporal,
conoces la importancia de comer saludablemente. Pero tienes un enemigo: una
hormona llamada ghrelina, que influye en tu hambre y en cuán rápido tu
metabolismo quema calorías. Cuanto más tiempo pases sin comer, más se
incrementan los niveles de ghrelina, de forma que te da hambre y tu metabolismo
se hace más lento. Un combo de Big Mac hace que los niveles de ghrelina se
vayan a pique en un santiamén, pero una manzana no. Entonces, una de las razones
por las que las personas obesas casi siempre rebotan es porqué sus niveles de
ghrelina nunca se ajustan.
En un estudio, cuando los participantes bebieron un batido
con un alto contenido calórico, eso provocó que sus niveles de ghrelina
disminuyeran mucho más que cuando recibieron un batido de bajo contenido
calórico. Pero la buena noticia es que lo mismo sucedió con los participantes
que simplemente PENSARON que estaban tomando un batido rico en calorías. El
metabolismo se aceleró y el hambre se disipó. De la misma forma, los
participantes que creyeron que estaban consumiendo la opción más saludable,
tuvieron hambre más rápido y sus metabolismos se hicieron más lentos.
Aún más raros fueron los resultados de un estudio que
involucró a grupos de empleados hoteleros. A un grupo se le informó que su
trabajo cotidiano servía como ejercicio físico. Esta sencilla información fue
suficiente para disminuir la presión arterial, mejorar la grasa corporal e
incluso ayudar a las empleadas de ese grupo a perder peso, pese a que nunca
hicieron más ejercicio que el habitual. El único cambio fue mental, una idea.
2. Cuanto más costoso es algo, mejor funciona.
Un medicamento para el dolor que cuesta $100 pesos, es
probable que te ayude más que uno que cuesta solo $20 pesos, incluso si ambos
son idénticos. Esto según un estudio hecho por el MIT, en los Estados Unidos,
que concluyó que, como esperamos más de las cosas con un alto valor monetario,
nuestros cerebros pueden transformar esa expectativa en una profecía
autorrealizable.
En caso de que te lo estés preguntando, no, no solo aplica
con las medicinas. Otro estudio descubrió que las personas que creyeron haber
ingerido una bebida energética costosa se sintieron más alerta y desempeñaron mejor
las pruebas cognitivas que aquellos que tomaron la misma bebida, pero a
sabiendas que de que estaba en descuento.
Y, mientras no es ninguna sorpresa que las personas declaren
preferir un vino caro a uno barato, incluso sin ni siquiera saber la diferencia
entre ellos, cuando los investigadores monitorearon los cerebros de los
participantes de un estudio, se verificó que los cerebros de los que tomaron el
vino, que pensaron era el más caro, de hecho, estaban “disfrutando” mucho más
la bebida.
3. El placebo puede funcionar incluso si sabes que es
placebo.
Un estudio que solamente utilizó placebos para tratar a los
pacientes, conscientes de lo que estaban tomando, concluyó que el efecto puede
ser efectivo aunque las personas sepan exactamente que no están tomando un
medicamento real.
Los investigadores separaron dos grupos de pacientes con
síndrome de intestino irritable y uno de ellos recibió un frasco de comprimidos
con la etiqueta de “Placebo”, mientras que el otro no recibió nada. El grupo
del placebo escuchó una explicación del médico de que aquello no contenía
ningún ingrediente activo.
En el grupo que no recibió ningún comprimido, solo un 35% de
los pacientes reportó mejorías después de tres semanas. En el grupo que ingirió
conscientemente el placebo, 60% relató una mejoría.
Los investigadores creen que una gran parte de los
resultados se debió al hecho de que los pacientes estaban bien informados sobre
el propio efecto del placebo y cuán poderoso podía resultar. Es decir, su
creencia en el efecto placebo se convirtió en un placebo.
Y esto no es todo Si todavía no te convences de que el efecto placebo permea
en casi todos los aspectos de tu vida cotidiana, considera lo siguiente: el
efecto placebo no solo es causado por placebos. De hecho, algunos
investigadores creen que tiene un papel importante en prácticamente en todos
los tratamiento médicos.
Resulta complicado descubrir exactamente cuánto beneficio de
un medicamento aporta el placebo, pero un estudio con el medicamento Maxalt,
para el dolor, determinó que hasta la mitad del alivio sentido por los
pacientes fue, de hecho, resultado de sus expectativas y no del propio
medicamento. La eficacia de otros tratamientos, como los antidepresivos, podría
depender de hasta un 80% del efecto placebo.
Los médicos saben esto, y usan la información a su favor. Un
estudio en 2007 hecho en Chicago, Estados Unidos, concluyó que cerca de la
mitad de los médicos recetan tratamientos o medicamentos inútiles con la
esperanza de inducir un efecto placebo en el paciente. Si el enfermo piensa que
va a ayudar, el tratamiento realmente puede ayudarlo.
Lo mismo aplica en sentido opuesto. Una investigación reveló
que los pacientes que tomaban el medicamento Finasteride, y que fueron
informados de que la disfunción sexual podría ser un efecto secundario,
tuvieron dos veces más probabilidades de presentar impotencia.
Es decir, puede ser una buena idea ignorar la lista de
posibles efectos secundarios de los medicamentos que vayas a tomar
Comentarios
Publicar un comentario