CUENTO “LOS DOS HOMBRES”
CUENTO “LOS DOS HOMBRES”
En uno de mis sueños Dios creó a dos hombres al mismo tiempo. el primer
objeto que les entregó fue un libro de historia. Después de leerlo, uno de
ellos decidió permanecer para siempre en su lugar, sin moverse siquiera un
centímetro, mientras el otro comenzaba a caminar por el mundo. Después de
algunos años, Dios le preguntó al primero por qué había permanecido inmóvil, a
lo que él le contesto:
_Descubrí en la historia que los hombres pueden caer, salirse del
camino o tomar rumbos equivocados. Descubrí la dificultad para subir montañas,
el peligro de cruzar los mares e incluso el dolor que puede ocasionar el
aguijón de una abeja. También descubrí que podía encontrar en mi camino
personas que quisieran dañarme o que me ignoraran, por eso, quise evitar todo peligro
y decidí permanecer inmóvil, porque esto es más seguro.
Cuando terminaba de hablar llegó el segundo hombre, el que había
decidido caminar por el mundo, entonces Dios le preguntó cuál había sido su
experiencia y él contestó:
-Mi camino estuvo lleno de sorpresas, en muchas ocasiones caí pero los
tropiezos me enseñaron a ser más sabio, a llevar un paso más seguro y más
firme. En otras ocasiones equivoqué la
ruta y tuve que rectificar, eso me enseño a ser humilde y a no tomar decisiones
precipitadas, aprendí a reflexionar. Tuve muchos obstáculos que me enseñaron a
ser tenaz, fortalecieron mis músculos y mi voluntad. Encontré montañas mares y
fui tocado por las abejas pero con eso aprendí a amar, gozar y respetar a la
naturaleza. Cruzaron en mi camino personas que intentaron hacerme daño, pero
eso me dio la astucia para descubrir el engaño y el valor de la verdad. Muchos
me ignoraron pero otros me abrieron la puerta de su amistad y corazón. Así
aprendí que la sabiduría, la humildad, la fortaleza, la admiración, la astucia,
la verdad, la amistad y el amor sólo se obtienen recorriendo el gran camino de
la vida. Descubrí que aunque otros hayan hecho su propia historia, la mía no es
la de ninguno de ellos.
Dios observó que el hombre inmóvil permanecía en la misma forma en que
Él lo había creado, pero el hombre caminante, había desarrollado sus músculos,
su mirada, su corazón y su espíritu. Pero lo más importante que descubrió fue
que el segundo hombre, a pesar del cansancio acumulado y el sudor derramado, había
añadido a su rostro una gran sonrisa.
FUENTE: EL CAMINO DEL AMOR. JOSE DE JESUS AGUILAR VALDES
Comentarios
Publicar un comentario